II Parte. Siete barreras del aprendizaje personal y organizacional.
Siete Barreras del Aprendizaje Personal y Organizacional. II Parte.
Por: Moisés Solano M.
Coach de liderazgo, creatividad y desarrollo del potencial humano.
- El enemigo externo:
Todos somos propensos a culpar a un factor o a una persona externa cuando las cosas salen mal.
Esto porque no estamos educados para enfocar el fracaso como una oportunidad de crecer y evolucionar. En otras culturas se valora al que ha cometido errores incluso casi con admiración, sobre todo si ha logrado aprender de ellos.
El que nunca ha fracasado en algo es porque de alguna manera nunca a intentado crear algo.
En nuestra sociedad el fracaso es visto como pecado, como perdedor , como un despido, como la terminación de una carrera profesional.
Es por ello que nuestra tendencia natural sea culpar a alguien más, o a algo externo.
Existe en ejemplo de un jugador de fútbol que erró cuatro oportunidades de gol casi imposibles y cuando salió del campo no dejaba de decir que esa cancha húmeda era la culpable.
Probablemente este tipo de jugador siempre tendrá una buena excusa para justificar sus fallos.
El reconocer los errores y no temer a comunicarlo es el mayor síntoma de evolución de una organización que se atreve a aprender y no teme al proceso de crear e innovar.
- La ilusión de hacerse cargo.
Parece que la proactividad hoy es una moda y por ende un factor indispensable en el ADN de un líder. La proactividad como respuesta a la reactividad, la cual es perjudicial porque espera hasta que algo suceda para actuar.
Sin embargo debemos tener cuidado, ya que a menudo “la proactividad” es reactividad disfrazada.
Tenemos el caso del gerente que para ahorrar costes ante una ñ eventual crisis, decide disminuir la calidad de sus productos inmediatamente, pero una vez que le informan el impacto que tendría en la decisión de compra de los clientes a mediano y largo plazo y lo que implicaría esta decisión en las ventas, además de las posibles quejas y demandas que se vendrían producto de esta medida, decide desechar la idea.
Este gerente intentó actuar en forma proactiva sin analizar el todo, dejándose llevar por el “calor del momento”.
Tomemos en cuenta que la proactividad es un producto de nuestro modo de pensar, no de nuestro estado emocional.
#PostDeViernes.
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