Todos Somos Héroes
Por: Moisés Solano M.
Coach de liderazgo, motivación y desarrollo personal, profesional y organizacional.
Coach, orador y entrenador certificado de John Maxwell.
Retos y más.
Quién no tiene dramas en su vida, quién no ha tenido problemas que superar, situaciones que sortear, retos que afrontar.
Porque tal parece que la vida es eso, aprender a vencer cada prueba, sobrevivir y seguir adelante.
Disfrutar esos días de gloria en los que existe mayor equilibrio y estabilidad, esos días en los que todo sonríe, esos momentos que impulsan y hacen que todo tenga un sentido, un propósito y una buena razón.
Al final todos pasamos días malos y días buenos, la proporción varía en cada vida, pero en términos generales es así.
El asunto es entender que seguimos aquí, con ganas de vivir y de levantarnos cada día, y eso en estos tiempos y en todos los tiempos, hacerlo, requiere de coraje, de entereza y de una fuerza sobrenatural y única.
Esa energía que nos hace tan humanos y que en algún punto nos une a todos, todas (y todes por aquello de la inclusión, si es que así es que se escribe).
Futuro
Humanos porque tenemos esa bendita y maldita capacidad de pensar en el más incierto de todos los ciertos, ese que llaman futuro, ese que nos espera a todos y que no espera a nadie. Ese que nos hace vibrar y en ocasiones temblar, que nos hace ilusionarnos y desilusionarnos.
Ese amigo traicionero, que despierta mariposas y también males y dolores en nuestro estómago al mismo tiempo.
Ese futuro que está en nuestras neuronas y es tan difícil de controlar.
Inspira, llena de fé, entrega esperanza, pero también ansiedades y angustias.
Nos mueve a creer en la energía más grande y mañana puede que nos haga sentir la muerte, aunque aún no las veamos.
Mente
Porque el ser un humano, el poder describirnos como humanos, implica esas guerras internas, provocadas por nuestra mente.
Esa que es aliada del futuro y que juntos confabulan y nos controlan, aunque generalmente nos descontrolan.
Esa que es capaz de crear los mayores avances y los más grandes retrocesos.
Esa mente encerrada en nuestro cerebro, capaz de liberar pensamientos que nos lleva a dominar el universo, pero no a nosotros mismos.
Conexiones letales y vitales, engranaje perfecto para generar nuestra perfecta imperfección.
Mente, conocemos tanto de todo y tan poco de ella. Sin embargo ella parece entendernos tanto que es capaz de dominarnos y manejarnos a su antojo si nos descuidamos, y más aún si nos cuidamos.
Corazón.
Y aparece además ese reloj interno, que parece tener vida propia.
Si, aparece ese motor independiente que tenemos dentro, y nos provoca las fuerzas más poderosas, esas que desatan historias de amor, de violencia, terror, tranquilidad y desazón.
Ese inestable músculo, que nos alinea y desalinea, que despierta la muerte y la vida, nuestras sonrisas y el dolor.
Sí, ese que se hace llamar corazón, que nos obliga a derramar lágrimas y a experimentar el más inmenso y absorbente placer, el mismo que desata envidias, y las más increíbles acciones de hermandad y de bondad.
Si, el corazón, ese condenado actor principal en la película de nuestra vida, que realiza el papel de un ser inmerso en una doble personalidad, en ocasiones traicionero y en otras de un amigo leal.
Papel que desempeña de una manera tan magistral, como solo él lo sabe interpretar y que le hace merecedor de un Óscar, en este drama, que como mencioné antes, es nuestra vida. Y por cierto, en el que él mismo, funge como director.
Humanos
Somos humanos, un manojo de nervios, sentimientos y pensamientos.
Regidos por el futuro, por nuestros pensamientos y el corazón.
Afrentados con el más grande los regalos que se nos fue otorgado: nuestra capacidad de elegir, de poder escoger nuestro destino.
O será acaso , que ya todo está escrito y somos manejados por el azar perfecto que hace que todo suceda. Algo así como avatares de seres superiores, que necesitan de cada uno para conducir la vida en el camino correcto. Avatares en un metaverso infinito, en el que creemos que decidimos, pero en el que estamos realmente controlados.
Delirios paralelos que afrontar.
Ese y muchos más son nuestros delirios, esos enigmas que no entendemos, como la pobreza, la riqueza, la enfermedad y la sanación, el triunfo y el fracaso.
Tanto afrontar y dudar, tanto que superar y dejar atrás.
Pero sigues aquí, atreviéndote a sonreír a pesar de todo y contra todo.
Sigues aquí, creyendo en la familia, en el matrimonio, en la justicia y en la paz.
Sigues aquí luchando por tu familia, por tu hogar , por tu trabajo.
Sigues aquí intentando salir del lodo, levantándote, desafiando la gravedad cada día, demostrándote que si se puede, que si puedes y que si podrás.
Sigues aquí, superando tus errores, aprendiendo y desaprendiendo, danzando ese vals que es la vida, dando pasos al frente y en otro momento dando un paso atrás.
Sigues aquí creando y cocreando, transformando y construyendo, creyendo y creyendo.
Sigues aquí venciendo dogmas y ataduras, ritos y leyendas, derribando leyes que se creían irrefutables.
Sigues aquí evolucionando y ampliando miras, cambiando el entorno e incluso te has atrevido y (y lo sigues haciendo) a cambiar realidades y crear nuevos mundos e incluso explorarlos y conquistarlos.
Porque has logrado llegar hasta este momento.
Definitivamente te felicito porque si has aprendido a mantenerte vivo hasta hoy, más que un humano, eres un héroe, si completamente un héroe.
Porque aunque quede mucho que vencer, has logrado ganarle al miedo de vivir que no muchos logran superar.
Realmente te felicito. Has superado imperfecciones y errores, y aunque no los hayas podido vencer, aún te atreves a seguir adelante, y eso es lo que te hace un héroe de clase universal. Esa capacidad de levantarte y avanzar, paso a paso, pero firme y fuerte por más débil que te encuentres.
Impulsándote con valentía, tomando como propulsor el miedo, los golpes, las caídas y las muchas decepciones.
Que grande eres humano y humana (y humane), por continuar haciendo historia, por crear nuevas formas siempre de avanzar, y aunque sabes que la vas a cagar en el camino, sigues dando pasos en la búsqueda constante de tu mejor versión.
Si estás aquí hoy, peleando, mordiendo, y agarrándome con uñas y dientes, a la esperanza, de un mañana y un nuevo despertar, por mucho y te lo digo en serio:
Muchas gracias, porque es por ti , que creo en los héroes.
Alma de héroe.
Así que tu, ser con pensamientos, corazón y visión de futuro, gracias por crear de todo esto algo que es superior a todo lo demás: el alma.
Esa alma de superhéroe, que da sentido a todo y nos hace creer y atrevernos a vivir con intensidad este tiempo finito, que tu haces eterno con tus pasos de gigante cada día.
Te lo repito, eres mi héroe.
Nunca dejes de avanzar con pasos de gigante hacia esa cima personal, esa cima en la conquistamos lo inconquistable y demostramos que somos capaces de superar todo, incluso a nosotros mismos.
¡Vamos con todo! (con todo y cada uno de nuestros miedos).
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