Vivir la vida - Parte 1.

Vivir la vida

Por: Moisés Solano M.

Parte 1.

Será vivir acaso la posibilidad de sentir el sol o la lluvia en cada amanecer con el corazón abierto, disfrutar con un buen café cada atardecer, admirar las estrellas, la luna y sus misterios con el alma entrelazada a esa persona especial, a esa alma que no es gemela, pero que cuando se encuentra con la tuya sincronizan sentimientos, sienten como una sola cada sensación, de esa buenas que engrandecen, crean momentos únicos y memorables, construyen amor, crean magia, forman recuerdos de esos universales que cuando llegan a ti se transforman en sonrisas.

Será vivir entonces, la posibilidad de dar un paso, de respirar, de observar la grandeza inmersa en cada hoja, cada pedazo de cielo, cada sonido, o ese escalofrío que se siente al rosar el viento tu piel para encender tus sensaciones.

Sera vivir la posibilidad de hablar, lo que sale del alma, del corazón,  de expresar ideas, de transmitir esperanza, de comentar lo bueno y resaltar virtudes. De escuchar con los sentimientos alertas, el alma en calma, conectada al corazón, atentos a entender el mensaje verdadero,  muchas veces casi invisible, detrás de esa mirada que ocultan las palabras, en esos gestos, en las vibraciones, en esa energía que transmite un alma golpeada que se encuentra atada por palabras.

Será realmente vivir, dedicarse a dar más y esperar menos, a compartir, ayudar,  construir y hacer.  Convertirse en acción, en hechos, en color, iluminar, ser energía de esa positiva que se contagia, que a veces molesta, pero que transforma la rutina en algo diferente, esa alegría que al principio incomoda, pero que cuando no está se extraña y se valora para siempre, porque el alma la agradeció aunque no te diste cuenta. Convirtiéndote en ese recuerdo genial, que te agrega valor, porque el que agrega valor a otra vida, evoluciona, crece, se transforma, aprende a ver la vida en un escalón superior, enseña con su luz a vivir mejor al menos en ese segundo eterno que dura un recuerdo, recuerdos que forman la vida, que dan vida.

Será que vivir es saber amar es decir entregar todo, estar siempre ahí especialmente en los días complicados, esos en los que hay más cosas que resolver, porque haces sentir a la otra persona que de verdad es importante y que en el sol o la lluvia siempre estarás, siempre, siempre. Que la persona a la que dices amar sepa que entregas lo mejor y no lo que te sobra, que eres lo más importante aunque esa persona en el fondo sabe muy bien que tienes mil prioridades más, igual o incluso, más importantes, precisamente en esos días difíciles ( un minuto hace la diferencia entre hacer crecer el amor y la confianza o llegarla a perder poco a poco y sabes cuando ya no te llamen o molesten es porque ya perdiste ese lugar especial y sabes otra cosa no se recupera jamás), y es precisamente por eso, que te valorará más, te admirará  más, y en esos días que también  ese ser especial tenga esos días complicados te entregará lo mismo o probablemente más, es decir lo mejor de sí, porque no hay nada más gratificante que la seguridad de que amas a la persona correcta, esa que podría estar contigo el resto de tus días y de la que sabes dependerá el 90% de tu felicidad (la de ambos), por eso da lo mejor hasta en los peores momentos y asegúrate que esa persona sea igual de genial y especial (da en todo lo mejor, no lo que sobra). Ese mensaje de amor, esa pronta respuesta, ese tomarse un minuto para leer lo que la otra persona con su corazón escribe, porque te piensa, porque te extraña.

Será acaso que vivir consiste en reaprender a jugar como un niño, y como un niño ver la vida a través del lente de la imaginación, creatividad y sana ingenuidad que con el pasar de los años dejamos atrás.  A reír sin vergüenza, vivir sin rencores es decir con seguridad en ti, tirar el orgullo, aprender, desaprender, conocer y hacer cosas nuevas y diferentes, plantearte nuevos retos siempre, luchar por ser mejor ser humano, mejor hombre o  mejor mujer, mejor amigo, mejor pareja, mejor padre, mejor hijo,  mejor y mejor.

Continúa...